Vuelve a ser en Atocha. Tiene imán el barrio. La primera semana de Febrero los que hablamos el lenguaje técnico y administrativo en los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen Vitivinícolas mantendremos un encuentro en Madrid. Será el Primero que de forma “masiva” y/ o extensiva se realizará y resultando “constituyente” como no podría ser de otro modo, intentaremos que resulte una magnífica Tormenta de Ideas.
Quizá en los tiempos que corren haya que echar mano de las ideas, de la imaginación, de la creatividad etc. para vislumbrar lo que desde luego hoy no se posee ya. Hace unos 10 años el mundo del Vino en España había llegado a ser una estupenda estructura que había alcanzado un nivel de calidad muy elevado, que aún posee. Pero de las “patas” que la estructura posee, una de ellas, hablando en términos “constructivos” está empezando a mostrar “aluminosis”. Es precisamente la que conforma el mercado en sus distintas vertientes.
Los nuevos estilos de consumo. Las modas. La nueva generación de consumidores. Los precios. La persecución. El cambio de status de la bebida como tal. La sociedad “hipersaludable” que hemos querido darnos, etc., etc. Muchas otras cosas podría citar cuya amalgama formaría la “pata” a la que me he referido. No faltaba más que la crisis a la que acabamos de “abrir la puerta”, a la que no hemos podido cerrársela en las narices y le ha dado tiempo de entrar a nuestra casa, a nuestra vida, y por el “descaro” que muestra, piensa quedarse bastante tiempo con nosotros. No sabría definir: bastante, no tengo formación económico-financiera, y de tenerla quizá no me sirviese de nada pues los que la han tenido, nos han engañado vilmente. O al menos no han dicho la verdad.
Pues en estas está también el vino y, le espera un largo “vía crucis” que transitar antes de ver de nuevo la luz, poderse quitar la cruz de encima y evitar pasar por el monte donde se les crucificaba. Cambiar esa “pata”, reforzarla, volver a encofrar sin que el resto del solido y pesado edificio se venga abajo va a resultar tarea de titanes o de “pulidores de diamantes”, depende de cada uno de los movimientos que se deseen imprimir y con que energía o finura.
De momento el mercado se ha echado hacia atrás, y de 24 litros habitante y año hemos pasado de un año a otro a: 18,57 litros. La merma es solo de:
45.000.000 X 5,43 = 244.350.000 litros o lo que hace aún más “estridente”, expresado en botellas de 0,75 litros= 325.800.000 botellas ¡Oiga que son botellas! más de las que parecen. Hemos descendido desde hace muchos años, de la cifra mágica de los Mil millones de botellas/año en España de consumo en vinos. ¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte! y qué paradójico, si realmente las cifras de alcoholismo en España han aumentado, según la Administración competente. Saldrán los grados de alcohol de otros destilados. Pues no pienso que el vino con estas cifras esté rindiendo la perversa batalla de causar alcoholismo entre nuestros ciudadanos. Dice el refrán: “De fuera vendrán que de casa te echarán” y que no se le ocurra a nadie pensar lo que yo al escribirlo ni me ha pasado por la mente. Únicamente entiendo que es una buena metáfora para expresar que otras bebidas y de mayor graduación están desplazando al vino de su lugar de “pasto” habitual en el mercado.
Tendremos que volver a repensar al vino. Deberemos de volver a llevarlo al mercado al “precio justo”. Habrá que sacarlo a la domus pública a la plaza nuevamente, pues ha estado demasiado tiempo entrelazado en la “liturgia” de las catedrales. Habrá que hacerlo fácil, sencillo, amable, sincero y cercano. En fin una gran tarea que hacer nuevamente. Siempre que alguien cae, tiene varias opciones, o te quedas y lo más fácil es que te pisoteen los que vienen detrás o, que con más o menos esfuerzo te levantes y vuelvas a caminar sin mirar atrás.
Sólo es cuestión de elegir.