Llegamos a Bruselas el 25 y antes de nada, nos encontramos a una serie de ganaderos Alemanes, Franceses y seguro que algún que otro hijo del campo europeo que clama al cielo entre los edificios oficiales “marmolíneos” de la Europa Comunitaria sin que nadie prácticamente escuche sus lamentos.
En la zona Shuman, en la rotonda que forman el Berlaymont, edificio de la Comisión, el del Council, Consejo de Ministros y la Dirección General de Agricultura el más viejo, horrendo y feo de todos ellos, que en la distancia les observa, pero el que según todo el mundo maneja los presupuesto más vigorosos de la UE a 27, se sentaron los huelguistas entre los rododendros, bajo la atenta mirada de un grueso pelotón de policías que se secaban el sudor con las gorras de barco. El día 25 hizo un calor en Bruselas sofocante. Las terrazas del barrio descrito estaban llenas a las 22,30 h de la noche, nadie daba crédito a lo que veía, las vacas de cartón que portaban los del grupo de manifestantes, echaban chispas, si se les hubiese arrimado una cerilla hubiesen ardido. El calor sofocó el ardor de los manifestantes que estaban desgalichados en sus remos y extremidades, alicaídos fueron apagándose sus voces en el interior de sus bien preparados megáfonos.
Europa se ha convertido en un colador. Casi todo lo que en ella se deposita se filtra entre sus agujeros de trenzados alambres. La política agraria común no existe, se ha diluido en los avariciosos dedos de los países socios, que pensaban que un sobre comunitario repleto de euros era una varita mágica dentro de su propio país, pues así ellos eran los repartidores de la dicha europea. Al revés, cada país aplicará unos remedios caseros, sin ningún criterio común que en el mejor de los casos serán eso, caseros y ya se sabe, el que quiere curar males sin un criterio científico medico estándar sobre su enfermedad a que se expone: puedes curarte en el mejor de los casos, que es difícil, pero lo más fácil es que te quedes, cojo, o manco, o pierdas un ojo o te quedes sordo. En fin esta es la Europa que estamos construyendo y no me extraña que en las campañas electorales hablen de las cosas de casa, de la política Nacional, lo que decíamos, los remedios caseros. Así nos va.
El día 26 como estaba previsto pudimos a lado de la Comisión Europea dar la rueda e prensa en la que manifestamos nuestro más profundo rechazo a la mezcla de vinos blancos y tintos para hacer rosado. Nos juntamos Franceses, Italianos y Españoles que últimamente parecemos los mosqueteros, aunque seamos tres y en este caso nos ha hecho de partenaire y cuarto, Madame Claude Boquet; Suiza ella y, Presidente de los Viticultores Independientes de nuestra vecina nación que ha venido como país 3º a desmentir una de las falacias de la Comisión y de los defensores de las mezclas: “queremos mezclar como hacen los países Terceros para ser más competitivos”. <<No mezclamos en Suiza ha venido a decir Madame Claude, y abominamos de hacerlo, hacemos y nos gusta, el Rosado, Rosado, no el suplantador rosado que sus dirigentes quieren permitir>>.
Aprovechamos para dejar en el registro del Parlamento Europeo una Propuesta para que los que se están peleando por estar en él tengan trabajo cuando lleguen: que controlen a la Comisión y la vigilen en este tipo de prácticas y autorizaciones pues el sector se lo demanda y si no, que…..