Dos acontecimientos en UNO. Los aromas y sabores de la Feria Gastronómica y el color y estilismo cuando no, apresuramiento de la pintura rápida del II Certamen de Pintura Rápida.
No sabría decir los participantes que hubieron. Los hubo y los primeros me los encontré en la Rotonda del Molino de Utiel. La famosa discoteca que ya en los años 70 alteraba el ritmo y hacía mover el cuerpo y la mente a la gente joven de Utiel y su Comarca. Pero aquellos eran otros tiempos. Hoy Octubre del 2011 algunos días se ven entrar y salir al edificio de la citada obreros, u propietarios como si volviesen a darle o intentar hacerlo: una nueva imagen, un nuevo empujón, otro “aire” para que la gente joven regrese a la pista y desde luego a la barra, que es donde se mueve el “parné”.
Las cosas de los 70 deben tener renqueantes las articulaciones de sus goznes, los muelles de sus cerraduras y no sabría decir de los platos de los giradiscos. Suerte para el atrevido empresario le deseo, que quiere que la música rejuvenezca los viejos olmos de sus...
lunes, 24 de octubre de 2011
II Concurso de Pintura Rápida de Utiel - Gastronómica XVI
viernes, 7 de octubre de 2011
Madrid_de_Todos los Colores_Otoño_2011
Madrid es una sorpresa casi todos los días. Sobre todo cuando no vives allí pero vas de vez en cuando. Un día te encuentras las aceras del Botánico con Atocha llenas de vacas de colores. Otro día la Castellana replete de Gordas de Botero, con esa peculiaridad que tienen que es que ¡oye!, te gustan las gordas al verlas. Otro día el Prado está ahíto de cuerpos enteros o huecos, de guerreros persas, griegos o romanos, O te das de morros con toda la enseñanza de Madrid en Huelga…Una barahúnda de uno u otro modo. Pero siempre atractivo y atrayente resulta el “coqueto” Madrid.
Empezó el Otoño de 2011 y nuevamente desde la Estación del Ave de Requena-Utiel, en su terminología más pura, silenciosa, seria, fría la mayor parte de las veces y adusta, muy adusta, tome el raudo caballo metálico y me “largué” a Madrid pasando por la discreta y redescubierta Cuenca, donde los trenes de mi estación paran al menos, a saludarla...