Estos colores no engañan y, delatan además. Son los de los caldos de cosechero de Rioja Alavesa. El malva_morado del Tempranillo del Valle de Laguardia y el marrón de la madera del roble que lo ha de contener.
Durante los días 12,13 y 14 de Junio se han dado cita en Laguardia_Rioja Alavesa, como a ellos les gusta llamarse, independientemente de la denominación administrativa, los integrantes o mejor representantes de ACEVIN, Asociación Española de Ciudades del Vino.
En el marco del departamento de Hacienda de la Diputación de Álava, que al menos en Laguardia tiene una preciosa sede.
La víspera de San Antonio de Pádua, santo campestre donde los haya, nos dimos cita en el primer piso, una serie de personas que procedíamos del mundo del vino: CR Rioja, CR La Mancha,
CR UtielRequena, Rias Baixas, en este caso fue un concejal de un ayuntamiento asociado y, completaba la mesa un representante de ABRA, Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa.
Debatimos sobre lo que se nos pidió. La OCM, ya publicada en mayo de este año y la visión de las consecuencias de la misma en las distintas zonas productoras de España.
Dije en mi turno que eran zonas vitivinícolas de España, o bien escogidas, o bien "acertadas" en la elección, pues cada una de ellas puede "repercutir" la OCM de distinto modo.
El mundo del vino de Calidad de éste País, está preocupado, muy preocupado. A nadie que no esté dentro de él parece importarle todo esto nada. Imagino que a los jóvenes de Laguardia, que llevan generaciones creando la Rioja Alavesa, batallando con las viñas de su precioso y rico valle, elaborando los vinos en sus bodegas milenarias, y metiendo esos vinos en botellas repartiéndolo después en sus furgonetas, ese sudor morado que es su vino, desde el País Vasco hasta Londres, subiendo después hasta los fiordos noruegos, deben de darles poco gusto que todo ese "ritmo de vida" se pueda ir al carajo, una vez por ejemplo, se liberalicen las plantaciones.
De esas y otras cosas hemos hablado en la sesión inicial de la 14 Asamblea de Ciudades del Vino, y precisamente trufando las intervenciones con el recordatorio de la fea actitud de la Comisión Europea ante las las propuesta del Parlamento cuando se debatía la OCM
No había vuelto a casa 24 horas después,y los Irlandeses en un ejercicio de poco cinismo ciudadano le han dicho a la Comisión en su referéndum de ratificación del Tratado de Lisboa, que no están de acuerdo con los estilos de Europa, no hablaban de viñedo, no, pero les aseguro que los irlandeses están preocupados por la pérdida de poder que están empezando a sentir con muchas de las decisiones de los burócratas de Bruselas, entre otros asuntos. Y nosotros también, al menos y aún sin referéndum así lo hemos manifestado en Laguardia. No estamos dispuestos a que el poder del dinero de al traste con la mejor de las tradiciones de este Páis.
Las Denominaciones de Origen son un remanso de paz y prosperidad para los habitantes de los lugares donde se ubican, y lo que es más importante además, un medio de vida.
En cambio es un negocio muy próspero para las empresas que colocan sus capitales en estos lugares, a los que están dispuestos a sacarle los huevos lo más rápidamente que puedan sin esperar a que la gallina los ponga.