Este verano de 2016 me he prometido hacer algo que era poco frecuente en mi. Almorzar todas las mañanas que saliese al campo.
Almorzar es una costumbre muy, muy extendida en las tierras del Territorio Bobal o Plana de Utiel-Requena. Es la hora o media hora más religiosa del día.
Sobre las 10,00 y hasta las 11,00 h. aprox. es raro el establecimiento de hostelería más o menos modesto en el que no bullan las mesas con gentes de cualquier edad y condición u oficio que no se encuentren frente a un vaso de vino, tinto de verano o cerveza, un platillo de cacahuetes con cascara con sal y/o un platillo de olivas o mejor, olivas, mezcladas con variantes, es decir, carlotas, coliflor o pepinillos en vinagre. El plato fuerte además es un buen bocadillo, generalmente de embutidos, solos o con tortilla, jamón a la plancha con tomate, atún con anchoas y así sucesivamente. Lo mismo los llevan de casa, que lo piden en el mismo establecimiento y terminan la conversación, las bromas, las chanzas y las bravatas con un buen carajillo o los más compuestos un triste café o cortado.
Foto: José Alfonso Sierra Salinas_Utiel desde el Tollo_2016 |
Quién en una templada y agradable mañana de julio no entra a las 9,55 h un bar, oye el bullicio, ve el ambiente y la barra, con una vidriera en la barra bajo la cual se alinean platos de varias tapas y es incapaz de pedir un simpático pincho de tortilla al menos?
Pues eso es lo que he hecho yo este verano de 2016, pero con una condición. En todos los establecimientos en los que he entrado y que me cogían cerca por motivos de trabajo, he pedido siempre un PINCHO de TORTILLA y de lo sucedido en cada uno de ellos es lo que traeré hasta vds. en el siguiente post, que será en el mes de Agosto.
Se me hace la boca agua. Que lo disfruten!