Era de tipo medio-bajo, pero bravo y “bragao”.
Corazón puro, vital, generoso a más no poder, defensor de sus posiciones a ultranza, un magnífico profesional y amigo, ante todo amigo.
Llegó a éste insufrible mundo recién alumbrados los 50. Cuando todo era aún de blanco y negro y cuando el hambre aún reinaba sobre la escasez.
Hijo de nacimiento de Caudete de las Fuentes en el seno de la Familia “los Grillos” por parte paterna. Una familia importante en al ámbito local, no por sus posesiones materiales, sino por sus creencias, sus posiciones, su carácter muy sui géneris y su extensión, eran numerosos y orgullosos de ser “grillos”.
Una infancia corriente y moliente en la década. Mucha gresca con las gentes de su edad. Poco que llevarse a la boca, menos al cuerpo, nada en festividades y ningún adminículo, de los que los jóvenes de hoy del siglo XXI son “hartos” y así estamos.
“Donde no hay harina todo es tremolina”, pues eso, así resultaba la vida entonces, una pura gresca.
El acierto de una magra beca de entonces y como consecuencia una plaza a ocupar de la Residencia de Estudiantes de Requena, santo Domingo Savio,. Construida donde terminaba Requena en los primeros 60, en su línea exterior longitudinal de norte a sur Avda. Lamo de Espinosa, hoy incrustada en el centro de la Ciudad, y, a comenzar Bachiller en el antiguo claustro de Requena Instituto en aquellos años, Museo y bajos del Ayto. hoy.
Años del grupúsculo de Caudete de las Fuentes en la Residencia y en el Instituto con la importancia que eso tenía. Años jugosos, inolvidables, en los que nevaba bastante más que ahora. Memorable el paso para ir a clase de los alumnos de la residencia por delante de la escuela de artes y oficios al lado del Mesón del Vino. Niños de calcetines largos, con casi hombretones de rala barba tirándose bolas de nieve en ese trozo de la Avda., para haberlo grabado.
De allí a la laboral de Sevilla, peritos agrícolas. Una nueva forma de descubrir la adolescencia en dictadura y Sevilla, que aún las dos en la misma, la segunda atenuaba muy mucho las cosas, y desde luego resultaba mucho más atractiva que un Burgos o un Valladolid. ¡¡Vaya por Dios!! Eso sólo lo sabe quien ha pisado sus patios y se ha embriagado con sus enervantes azahares, de noche o de día y más si eres universitario.
Años que resultaron un castillo de fuegos artificiales inolvidable y al final el regreso a casa con el título. A Utiel, pueblo de residencia posterior por motivos familiares y laborales. Un fugaz paso por la Union de Agricultores y Ganaderos, asesoría, productos fitosanitarios, abonos y el salto.
Madrid Agroseguro. Empieza la vida empieza el amor. Su segundo amor tras Encarna su gran mujer, su estructura, su paño de lagrimas, su sujeción, sostén y piedra filosofal.
Ha dedicado una vida entera, malamente truncada al final, al peritaje de seguros agrarios, de lo que ha hecho además de una doctrina, un arte. Buena prueba de ello su publicación: 'Riesgos climáticos en cítricos; sintomatología y evolución de daños' y la que tenía en el ordenador que debiera ver la luz, sobre todo por los que deseen beber de un manantial seguro , limpio y fresco.
Un técnico, un experto, un maestro, en el difícil arte de la peritación y valoración de daños de cultivos agrarios.
Eso sí, un hombre de frente, directo como un rayo laser, que lo ves desde que sale hasta que llega, pero que difícilmente deja de hacerlo. Pocos le habrán visto doblarse, amagar, o ni siquiera cabildear. Un hombre de honor y dignidad.
Iniciamos juntos en la residencia de estudiantes y balbuceamos por las mismas chicas o amigas de pandilla. Llegó el amor como un rayo y desapareció como un relámpago en aquellos años 60 que fueron de una cierta dulzura acética. Cuando definitivamente el amor nos inundó de veras como las aguas de un tsunami, mantuvimos la andadura juntos y junto a nuestras parejas, hasta las bodas y hasta que los hijos y la vida recoloca las piezas en el tablero a su antojo.
Tenía un sexto y un séptimo sentido, no femenino, masculino de campo, para tratar y entender a la naturaleza y sus moradores, desde una seta de cardo hasta una baqueta de monte que ambos están en el planeta y a él se le ofrecían desinteresadamente saliéndole a su paso cuando con otros tontos y tozudos humanos que las buscaban desesperadamente jugaban al escondite permanentemente.
Digo lo mismo de los peces de un rio o los conejos de una madriguera: No he visto nunca mayor entendimiento y comprensión entre pieza y cazador. Pues eso, un hombre permanentemente integrado en la Naturaleza con la que disfrutaba hasta lo indecible, tanto que éste Agosto de 2012 la Naturaleza nos lo ha reclamado. Sus cenizas han sido entregadas a su amada Esposa Encarna. No conozco el destino que les tenga reservadas, pero me permito decir que bien haría Agroseguro de esparcirlas durante algún vuelo de trabajo sobre el solar patrio, y que vuelvan cada una de sus moléculas a cualquiera de los cultivos de nuestra España sobre los que ha volcado toda su vida para encontrar el punto de equilibrio entre los destrozos de un mal momento de la Naturaleza y, las necesidades de sustento de los que la mantienen.
Un hasta siempre amigo mío.