Este año 2010, cumplen las famosas fiestas de Caudete de las Fuentes, 40 años. Llamadas cuando nacieron, ser la “renovación” de las fiestas de toda la vida: San Antón de Enero, el del cochinillo y la hoguera, y San Antonio de Padua, el de Junio, el de la siega, cuando había. Posteriormente el de la esporga y el del rayuelo o desniete, una vez constituido el viñedo en rey y señor de éstas tierras. Fiestas viejas en todo, ancianas, y con un mundo que asomaba entonces muy distinto al de los San Antones. La Semana de la Confraternidad, ocurriósele llamarla al párroco que entonces se mezclaba con la sociedad y deseaba “conquistarla” para la iglesia con mano “izquierda”, cuando aún a los alcaldes franquistas la palabra confraternidad, casi les sonaría a solidaridad, y ésta bien podría haberse tachado por ellos de Roja, como hoy en otra sintonía se le llama a la selección española de futbol.
Cuarenta años de jóvenes haciendo lo humana e inhumanamente posible para llenar de gente, música y alegría durante al menos una semana el “foro” por excelencia de Caudete de las Fuentes: El paseo. Estos cuarenta años podrían estudiarse en los 40 libros de editados por las comisiones de festejos. Lástima que el 80% de los mismos sean el desfile de una ristra comercial de establecimientos de las villas y pueblos de alrededor que colaboran a la edición del manual y parte de los festejos. Al menos puede realizarse tesis de la marcha del comercio desde hace 40 años, que también tiene miga, pues en esos mismos han nacido los super, hiper y de la familia comercial que han cambiado la faz y costumbres de muchas cosas y gentes.
Hace ya unos cuantos años que vivo las fiestas mucho menos. Casi ni voy a ellas. Un paseo o dos y listo. Ni acordarme quiero de otros tiempos… en qué queda el ser humano con el paso del tiempo!!!!
Este 2010, vi por casualidad que había un concurso de esquile de ovejas, y no lo pensé mucho, ¡allá que nos fuimos a verlo!, y eso que era a las 13,00h y caía un sol de justicia que podía haber chamuscado hasta la lana de las propias ovejas. Habían tenido la precaución de situar los tablados y adminículos bajo el puente que atraviesa el rio Magro y que une el Caudete clásico con el Caudete nuevo. Un buen grupo de gente curiosa y divertida dirigía sus miradas hacia el tablado sobre el que 4 ó 5 esquiladores al pide de su máquina se encorvaban sobre la oveja, pasando la maquinilla por el lomo o vientre de la citada, con la misma rapidez con que un segador corta la mies con la hoz. La pobre oveja hecha una especie de ovillo, de si misma es zarandeada con la mano libre del esquilador, que la gira, la ladea, la levanta parcialmente y si es atrevido, incluso, le da una palmada en los cuartos traseros a la oveja cuando ha dejado las ultimas greñas o vedijas en el ai re aún sesgadas por las cuchillas.
Unas 10 ovejas han sido las que han “pelado” cada concursante fugaz, ardorosamente, con el silencio cómplice de ellas, que al contrario que en otros lugares de lavar y cortar la ausencia de gritos, prisas, nervios y reniegos, han posibilitado aquí un trabajo rápido y eficaz.
Un Speaker muy muy avezado y animado ha dado una nota de color, y sonido agradable al certamen de éste año. Parece que repite el mismo ganador de 2009, un joven de Utiel, nos han dicho. Enhorabuena. Un buen trabajo que hasta las ovejas habrán agradecido al haberles quitado el polo de lana en pleno Agosto